Cierto día, un paciente de una EPS, estaba en la sala de espera, su turno era el segundo de la jornada y el médico especialista aun no llegaba. Como es habitual, y el mismo nombre lo dice, el "paciente" esperó con "paciencia".
Media hora después llegó el doctor y comenzó a llamar. Pasó el primero, el segundo y el tercero, entonces el "paciente" empezó a "impacientarse".
Fue en ese momento cuando, desde un extremo de la sala, lo llaman por su nombre, y al acudir, le extienden un papel dándole explicaciones sobre unas terapias y un medicamento que el especialista le formulaba.
Confundido y un poco preocupado dijo: "Pero señorita, aun no me han atendido, tiene que haber un error, esa fórmula no es para mi".
La funcionaria le pregunta por su nombre y ratifica que esa es su fórmula.
Entre desconcertado y risueño, el pobre hombre consigue hablar con el doctor que, despues de dar muchas vueltas, acepta su equivocación.
Todo había sido un error de "fila", al hacer click sobre el paciente equivocado.
Poco después llega una señora preocupada porque todavía no le habían entregado la orden para las terapias y los medicamentos, que el doctor le había indicado...
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